Blog de critica

jueves, noviembre 03, 2011

Mi perro Scobby

Yo era mucho más feliz saliendo a corretear con mi perro Scobby, que agendar una comida de carnes en Green Bistro, Puerto Madero, Cambalache y no se que tantas madres. Le regañaba y como si entendiese, ante una una voz firme y fuerte, agachaba las orejas y miraba al piso, de vez en vez miraba de rabillo mi cara y movía la cola, quizá y con la idea de que eso suavizaría un poco las cosas.

Yo le enseña a pelear, a robar y si, a convertirse en todo un gandalla. En sus buenos tiempos había algunos otros canes de buen nivel con lo que puedo medirse y su grandeza trascendió de tal forma que erguido y orgulloso patrullaba su calle. A nadie le importa conservar y tener un perro feliz, de esos que se van 3 días y regresan como si nada, se quedan no uno, no dos, sino toda la vida, un perro libre que conoce y sabe su deber, en fin un perro franco y soberano....

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Si esos eran buenos tiempos... mi perro Canelo se iba 3 meses y siempre volvia... al final lo mataron por andar de caliente con una perra... así teminan esas cosas...

El muertos alegres

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